Vitrasa obliga a los chóferes que tiene contratados como eventuales a trabajar hasta 13 horas , no respeta los descansos, no cumple el convenio, ha rebajado 300 € a la plantilla, ha reducido sus remuneraciones cambiando sus tablas salariales y les obliga a cumplir unos horarios que les impiden hacer sus necesidades. Estas son algunas de las acusaciones que ha hecho hoy el Comité de Empresa de la compañía, durante una rueda de prensa que se ha celebrado en la sede de Comisiones Obreras en Vigo
Los representantes de los empleados de Vitrasa, denunciaron que unos 70 chóferes están contratados por un mes y que sus contratos se renuevan por ese mismo plazo “lo que hace que a la empresa le sea mucho más fácil obligarles a doblar turnos, de manera que estos se prolongan hasta 12 y 13 horas un mismo día, ya que en algún caso trabajan de 5 de la mañana a 11 de la noche”. Asimismo, pese a que este año el aumento del billete ha sido de un 2,3%, la firma, tomando como regencia el IPC de 2009, ha rebajado los sueldos en más de un 1,2% “lo que unido al recorte de los 300 € hace que muchos de los 350 miembros de la plantilla no lleguen a fin de mes”.
El Comité denuncia, además, que los recorridos y horarios, “algunos con más de 10 años de antigüedad”, están obsoletos, ya que ni las distancias son las mismas, ni los tramos, “ni las velocidades” que en la mayor parte de la ciudad están limitadas a 30 y 40 kilómetros hora. Pese a ello, se exige a los 245 chóferes de la empresa que cumplan los horarios a rajatabla “lo que es imposible si se respetan las señales” por lo cual es habitual que se salten semáforos, superen la velocidad permitida “y hasta se pasen los pasos de cebra”.
Esa misma exigencia, sumada al hecho de que en la mayoría de las cabeceras de línea no hay “un bar o un local” donde los conductores puedan hacer sus necesidades, “nos obliga a mear contra una rueda, un problema que es más grave en el caso de las 30 mujeres que llevan un volante”.
“El alcalde conoce en qué situación estamos”
Todas estas irregularidades, unidas a las “amenazas” a quienes no cumplen con las órdenes de los directivos de la concesionaria, el desprecio al Convenio “que fija jornadas de 38 horas y media a la semana aunque se hacen hasta 70” , el hecho de que los chóferes eventuales tengan que pagar “de su bolsillo” los desperfectos que sufra el autobús, las agresiones durante los fines de semana en la líneas que van a las discotecas, o el hecho de que “quien coge vacaciones en agosto sabe que no puede volver a tenerlas ese mismo mes hasta dentro de 12 años porque son un mes distinto cada año”, son conocidas por el concelleiro de Mobilidade, Xulio Calviño y el alcalde, Abel Caballero, además del Rector de la Universidade.
A todos ellos , además de a la Inspección de Trabajo, ante la que han interpuesto varias denuncias, se ha dirigido el Comité de Empresa. En el caso de Calviño, los trabajadores han mantenido reuniones con él durante 7 meses, también han sido recibidos por Abel Caballero que, como indicaron “mandó callar, de muy mala manera, a uno de los técnicos que le asesoraban diciéndole: no hace falta que diga nada que aquí estoy yo” y no ha tomado medida alguna, pese a que Vitrasa recibe anualmente del Concello casi 9 millones de euros (8,4 para subvencionar las diferentes tarjetas, más otros 400.000 que aporta para las líneas que van al CUVI; a esa cantidad hay que sumar los 600.000 € que paga la Universidade por este servicio).
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