La Xunta no tiene dinero para arreglar los colegios de Vigo este año. El presupuesto está casi ejecutado o en vías de hacerlo y no hay partida de la que se pueda sacar un euro para hacer frente a las obras que precisan los centros. Esa fue la conclusión de la reunión que mantuvieron ayer la delegada de la Xunta en la ciudad, Lucía Molares, y la concelleira de Educación, Laura López Atrio.
Atrio, que sólo pudo llevar uno de los dos dossieres en los que varios arquitectos etudiaron el estado de las 45 escuelas viguesas, “pesan tanto que sólo he podido con este” reconoció la concejala señalando un escrito de más de 600 páginas, manifestó que todos ellos necesitan reformas o mejoras “algunos urgentes pues fueron edificados hace 60 años”.
Los comedores, prioritarios
Aunque las reparaciones son necesarias en fontanería, cubiertas y tejados, patios de juego, ventanas, elementos de madera, baños o vestuarios, la necesidad más urgente es la ampliación de los comedores “que se han quedado pequeños para atender la demanda de los padres que quieren dejar a sus hijos a comer en el colegio”. Tanto es así que la concelleira adelantó que no se podrán atender todas las peticiones, una frase con la que pretendía ser educada con la delegada pues, como ha podido constatar vigoalminuto, la falta de espacio obligará a denegar casi la mitad de todas las peticiones de plaza para comedor que se presenten en los centros municipales.
10 millones cada curso
Lucía Molares adelantó que, una vez analizado el estudio municipal, se estudiará la firma de un convenio “posiblemente bianual” con el Concello de Vigo para acometer la ampliación de plazas necesarias y pidió al alcalde, quien hace unos días se entrevistó con el conselleiro de Educación, que haga un esfuerzo para que sea la ciudad la que pague parte de las mismas. Sin embargo, en la caja municipal tampoco hay dinero: a finales de este año el departamento de educación se habrá gastado más de 10 millones, uno de ellos en inversiones directas, más de 2 y medio en limpieza y casi otro tanto en calefacción, a lo que hay que sumar los costes de vigilancia.
Ocho centros prioritarios
Esta situación dejará en un estado precario a los alumnos que pretendan comer en los colegios Escultor Acuña, Pintor Laxeiro, Islas Cíes, Monte de A Guía, Eduardo Pondal, A Doblada, Candeán y Otero Pedraio, considerados tanto por Molares como por López Atrio como prioritarios a la hora de decidir las inversiones…eso sí, ya para el año 2010.