Tenían menos visión de futuro que el inventor de las cintas de vídeo Beta. Emmeline Smively le aconsejó en 1944 a Marilyn Monroe “será mejor que encuentres un trabajo de secretaria o que te cases”. No sabemos si la buena señora los prefería rubios o si la bola de cristal le había tocado en la tómbola del tocomocho, donde si no te llevas una pelota te toca un muñeco Pinocho.
Al doctor W.C. Heuper, director del Instituto para el Cáncer de los Estados Unidos, no le dieron el Premio Nobel de milagro. En 1954 aseguró “Si el tabaco juega un papel en el cáncer de pulmón, es de menor importancia”.
Otro visionario fue Lord Kelwin, director del Instituto de Física Británico. Su señoría afirmó en 1895: “los aviones nunca servirán para volar, son más pesados que el aire”. Ocho años más tarde, los hermanos Wright realizaron el primer vuelo.
La prensa no se libra de las meteduras de pata y hasta el New York Times tiene que lamentar algunas de las más llamativas. En 1936 titulaba un artículo “Un cohete nunca podrá salir de la atmósfera de la tierra”. Diez años más tarde Estados Unidos ponía el primero a 90 kilómetros de la superficie terrestre. ¡New York, tenemos un problema!
“¿Agujerear la tierra para buscar petróleo?, ¡Tú estás loco!” eso le contestaron sus socios a Edwin Drake cuando, en 1859, propuso buscar oro negro… después vino aquello de los 200 dólares el barril, recuerdan?
Sin embargo, el Aramís Fuster del grupo es T. Watson, luego les diré a qué se dedicaba. En 1943 este Nostradamus aseguró “cinco ordenadores, eso es todo lo que podremos vender en el mundo”. ¿Saben cuál era su empleo ¡presidente de IBM!