El Barcelona solventó sin mayores dificultades el siempre difícil debut liguero y logró una victoria por quince tantos de diferencia (17-32) sobre el Frigoríficos do Morrazo casi sin pisar el acelerador. El equipo de Xavi Pascual amargó el regreso del Cangas a la liga Asobal tres años después de su primer y único descenso en toda su historia. Los gallegos, espoleados por su fiel afición, empezaron el encuentro muy enchufados, con ganas de agradar a sus seguidores. Con un juego muy dinámico en ataque, con constantes desdoblamientos de los extremos, y con un fuerte 6-0 defensivo, los cangueses empezaron dominando el partido. Pero sólo fue un espejismo. El Cangas se fue apagando poco a poco, coincidiendo con el despegar de su rival. En un visto y no visto el Barcelona rompió el electrónico con un parcial 3-9 en once minutos.
Al Cangas cada vez le costaba más hacer gol, todo lo contrario que a su rival. Curro Lucena no tuvo más remedio que exprimir a sus mejores jugadores, mientras que el técnico catalán rotó su banquillo sin que su equipo lo acusara en pista. Por eso, a día de hoy es prácticamente imposible que un recién ascendido como el Cangas pueda ganar a una constelación de estrellas como es el Barcelona. Sobrepasado el ecuador del encuentro, los catalanes ya doblaban en el marcador a su rival (10-20, min.33).
Pero a pesar de la clara ventaja culé, el Cangas no se rindió. Fiel a su estilo, sobre todo en O Gatañal, el equipo gallego continuó luchando para intentar recortar la desventaja, pero el portero internacional David Barrufet se encargó de evitarlo. Un nuevo parcial 1-5 en los últimos cinco minutos dejó el resultado final en un aplastante 17-32.