Son todo corazón. Se trata de los 31 enfermos con dolencias cardíacas que, otro año, han hecho a pie los últimos 100 kilómetros del Camino de Santiago y que esta mañana renovarán la Compostelana. Todos ellos pertenecen a Corazones Unidos por la Salud, una asociación madrileña que apuesta por la actividad física como manera de rehabilitación cardíaca.
Quien mueve las piernas, mueve el corazón
El grupo ha completado las últimas cinco etapas, caminando 22 kilómetros diarios, del Camino Francés, un itinerario programado por el Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón. Según sus responsable, esta peregrinación, que la mayoría de los pacientes realiza por segundo año consecutivo, promueve el ejercicio físico de caminar como muy recomendable, no sólo para la rehabilitación de personas con problemas de corazón, sino para prevenir la aparición de dolencias de este tipo.
