Lugo se hace de rogar. La delegada de la Xunta en aquella provincia hizo esperar a todos sus compañeros de Galicia, a su jefe, el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda y a toda la prensa acreditada para cubrir la visita. Raquel Arias llegó media hora tarda a la reunión que mantenían ayer en Vigo todos los representantes del Gobierno Autonómico, en la que se iba a tratar de la coordinación de los servicios. Si el caso de Arias tiene una disculpa, es la que venía de más lejos, el del delegado de Pontevedra, José Manuel Cores, no: él sólo llegó 5 minutos antes que su compañera olvidándose de que la puntualidad es capital.