Ejemplo de ello son los miles de octavillas que se colocaron en los parabrisas de los coches, no sólo por todo Vigo, sino en el mismo recinto del Ifevi, el mismo día de inauguración de la feria, el aumento de anuncios en prensa y televisión, o el incremento de ofertas en Internet ( hemos comprobado que las páginas especializados en estos servicios ofrecen planos de situación de zonas y locales en la ciudad, establecimientos de contacto, puntos clave, o direcciones de email, además de la posibilidad de elegir estatura, color de pelo, medidas e incluso acceder a foros donde se hace una valoración de los servicios, se comentan precios, horarios de pases privados o se facilitan números de teléfono).
De 230 € la hora…
Entre estos están los de J., de 24 años “algunos clientes ya tienen mi móvil de otras veces y me llaman, lo cogen en la web o vienen porque alguien que ya me conoce me ha recomendado” aseguró a vigoalminuto. J., que, además de castellano, habla inglés, francés “y me defiendo en italiano” cobra 230 € por cada hora de servicio. “Alguna vez me han pagado para hacer de florero (ir acompañando a alguien) incluso sin que esta persona supiese que era una prostituta, pero muy pocas veces. Los hombres que buscan mi compañía quieren sexo, sin más“. Dice que este año no ha sido como otros, aunque las convenciones, ferias o eventos como éste le dejan mucho dinero “ingresas hasta cuatro veces más que en otras épocas del año”
Otro de los números que es fácil conseguir es el de A. de 29 años. “Yo no me voy con cualquiera, puedo permitirme elegir y prefiero hombres educados y solventes. No se trata de ser exigente, pero cuando quien te llama tiene un nivel busca a alguien que esté a la altura”. A. no trabaja en locales, “acudo donde me indica el cliente o quedamos en algún sitio, normalmente un restaurante, el hall de un hotel, un coctel o en su misma oficina. Puedo pasar por una amiga o una persona de su familia, mi aspecto no es distinto del de cualquier mujer arreglada”. A., no quiere decir cuanto cobra por sus servicios, “pero mi casa es mía, viajo, voy de vacaciones y tengo un trabajo aparte”.Para A. los mejores clientes “sin duda” son los de los países del Este. “Saben divertirse, son desinhibidos, se esfuerzan por ser agradables, son viriles y pagan bien, no sólo monetariamente, sino en invitaciones y atenciones”.
…y 20 € por francés
Los casos de J.y A., no tienen nada que ver con el de N, 21 años. Ella trabaja en una calle cercana al Puerto y sus ingresos dependen sólo del número de clientes que pueda atender. “Sí ha habido más gente estos días y he podido subir el precio: cobraba 10 € por un francés y ahora he pedido 15 o 20”.
También hay poca relación entre sus vidas. En su casa viven cinco personas. Aún no ha conseguido el permiso de residencia definitivo y no se queda con todo lo que gana “no digo nada más”. Pensaba que España era otra cosa, pero sabía que había compatriotas suyas que se dedicaban a este oficio. “Me han obligado a otras cosas después, pero no vine obligada”. El mes pasado ingresó menos de 500 € y cree que lo bueno que tiene que haya estas cosas con mucha gente es que ganas algo más y trabajas un poco menos. En los últimos tres días ha estado con hombres de diferentes países “eran más jóvenes que el resto del año y yo prefiero que sean jóvenes, son más tranquilos”.
El triple que el resto del año
“En un fin de semana largo como este, con tanta gente, ingresas casi tres veces más que cualquier otro”, afirma M. gerente de otro local. “Los clientes saben que van a volverse a casa al día siguiente y gastan con alegría: copas, reservados, espectáculos, lo piden todo”, bromea. Respecto a los gustos no señala que los hombres de color prefieren compañía de mujeres rubias; los del Este “buscan algo sofisticado y agradecen que se esfuercen por entenderlos”; los anglosajones quieren mujeres “con pechos grandes” y los hispanos “de aquí y de allí, son más de hablar”.
No contesta si hha visto por su negocio a algún acto dignatario “supongo que todos tienen buenos puestos en sus países, sino a qué los iban a traer aquí”.
Según datos de la Asociación Nacional de Locales de Alterne, en Galicia hay unas 8.000 prostitutas que trabajan en unos 300 negocios de este tipo, pero denuncian que en la comunidad hay unos 200 pisos incontrolados donde se ejerce la prostitución, 70 de los cuales estarían en Vigo.
La mayoría de las mujeres que se dedican a este negocio son brasileñas, más de un 35%, el 20% proceden de países de Hispanoamérica, un 15% han llegado del este de Europa y un 10% de África, el resto son españolas. En general, no están en la ciudad más de 3 años, suelen moverse por toda Galicia y otras comunidades y su edad media es de 28 años.
Por su parte, la diputada del BNG Ana Pontón destacó el “evidente rechazo” de su formación hacia la explotación sexual, y mostró su apoyo “en la necesidad de controlar a las mafias que operan a nivel internacional”.
“Son necesarios más medios y coordinación institucional”, reclamó, ya que “el incremento del tráfico de mujeres y niñas es incompatible con la defensa de los derechos humanos”. Actualmente, “los recursos disponibles son insuficientes”, insistió.