Con la eliminación de especies vegetales de los lienzos, empieza hoy la primera fase de llimpieza de la Muralla de Lugo. El monumento, Patrimonio de la Humanidad, y el mejor conservado de las fortificaciones romanas europeas, fue construido hace 17 siglos, tiempo en el que las modificaciones que ha sufrido no han llegado a cambiar, notablemente, su aspecto original.
El conjunto defensivo tiene una longitud de más de 2 km, exactamente 2.117 m, aunque hay divergencias en la medida, y abarca una extensión de 34,4 Ha. La anchura de los muros es de 4,20 m alcanzando los 7 m en algunos tramos.
La muralla mantiene una serie de torres defensivas entre las cuales se levantan los lienzos de la misma. La distancia entre torres, hay constancia de que había 85 u 86, 46 de ellas se conservan íntegras mientras que hay restos de las otras 39 más o menos mejor conservados, varia entre los 8,80 y 9,80 metros hasta los 15,90 y 16,40 metros con una altura entre los 8 y los 12 metros por la parte exterior.
Las torres tienen unas dimensiones de 5,35 metros hasta 12,80 metros en el hueco o segmento, y de 4,80 hasta 6 metros, en la flecha. Una de las torres tiene ventanales de medio punto de 1,15 m de ancho y de 1,43 m de alto (alguno llega a los 1,53 m).
La misma forma parte de la antigua ciudad romana de Lucus Augusti, la más antigua y señorial de Galicia, fundada por Paulo Fabio Maximo, en nombre del emperador Augusto, en el año 13 antes de Cristo con la finalidad de anexionar, definitivamente, el noroeste de la península Ibérica al Imperio Romano.
La Consellería de Cultura e Turismo, invertirá una suma total de 183.753 €, cantidad que se distribuirá en dos anualidades y que tiene un plazo de ejecución de seis meses. A la limpieza de los lienzos del monumanto de la antigua capital del Reino de Galicia, se unirá la reparación de las escaleras del entorno de la Porta de Santiago, la primera que atravesaron los peregrinos desde Galicia para llegar a Compostela.