La situación del inmueble de la calle Real que ayer obligó al desalojo de un edificio contiguo “está controlada”, pero el Concello ha dado un plazo máximo de 10 días a sus propietarios para ejecutar su demolición, algo a lo que están en su obligación. En caso de que no lo lleven a cabo, el Concello se encargará de tirar abajo el edificio y pasar la factura a los dueños. El inmueble de la calle Real ya tenía varios expedientes abiertos y una orden de ejecución, que hasta el momento los propietarios ignoraron.
Mientras, la Xunta Local de Goberno tramitará de urgencia un expediente para actuar sobre las fachadas que presenten riesgos de derrumbamiento. La calle Real permanecerá cerrada hasta que esté garantizada la seguridad en la zona.