Los padres de Moisés, el niño ourensano de 9 años que padece obesidad, aseguraron que están dispuestos a que ingrese “de manera inmediata” en A Carballeira si dos psicólogos independientes dictaminan que “es beneficioso”. “Si los especialistas concluyen que es beneficioso para nuestro hijo que ingrese en un centro de protección, sepa el fiscal que no tendremos los padres inconveniente alguno en que se produzca de manera inmediata dicho ingreso”, indicó su padre, Luis Montoya, en un comunicado.Según el fiscal jefe esta actuación está basada en la necesaria protección del menor y aclaró que, cuando los padres se niegan a cumplir una orden de la Administración, no sólo ponen en peligro a su hijo sino que “atacan al principio democrático de que nadie está por encima de la Ley”.
Luis Montoya y Margarita Gabarres, se enfrentan a una pena inferior a dos años de prisión, lo que supone que no tendrán que entrar en la cárcel algo que el fiscal Delgado cree que no tendría sentido ya que han cometido una equivocación. A su juicio, ésta es la mala valoración que han hecho de la situación de su hijo, a la que habría que añadir el haberse opuesto a entregarlos a los servicios sociales que “se harían cargo de su custodia, no de la patria potestad como se ha intentado asegurar”. El fiscal indicó que no ha pedido medida cautelar alguna contra Luis y Margarita, por lo cual no serán detenidos “por ahora”.
Montoya explica que su negativa a entregarlo se debe a él y su mujer, Margarita, están “convencidos” de que la entrega del niño y su ingreso en un centro de protección de menores “va a ser tremendamente perjudicial para él, causándole traumas y perjuicios que pueden ser irreparables”.
La negativa a entregar a su hijo a los servicios sociales de la Xunta les ha valido los padres de Moises que la Fiscalía de aquella ciudad haya interpuesto contra ellos una querella criminal por un delito de desobediencia y de sustracción de menores. La familia tiene oculto al chaval desde que se ordenó su ingreso en el Centro de Menores de A Carballeira y ayer sus padres aseguraron que “por el momento” no lo entregarían.