Los técnicos del Concello, según explicó el conselleiro, admitieron que una parte de las deficiencias que se recogían en un informe de enero de este año, persisten, contradiciendo así las declaraciones de la concejala de Medio Ambiente, Chus Lago quien aseguró esta misma semana que “estaban subsanadas o en vías de solucionarse”.
Concretamente hay “graves defectos” en cuanto a la seguridad (las jaulas de leones y osos tienen una única puerta al exterior, cuando deberían disponer de una doble puerta) en salud animal, “hai animais que presentan signos que denotan malestar ou inadaptación ás súas instalacións tales como coxeriras severas, en gamos e primates ou a permanencia da osa geriátrica con cuestionable calidade de vida. Os instalacións dos osos permanecen bastante estériles, sen apenas vegetación, e sen barreiras visuais. As instalacións dos gamos tampouco reúnen as condicións mínimas para o aloxamento desta especie, o recinto das cebras expón un único ejemplar, cando esta especie gregaria nunca deben aloxarse en solitario. A tartaruga Zuleta, que no inverno alóxase no interior non ten espazo abondo para o seu tamaño. A maioría das instalacións presentan un aspecto pouco naturalizado, o cal perjudica necesariamente aos animais”, son algunas de las deficiencias que se señalan en el informe.
En opinión de Samuel Juárez, si el Concello no subsana estos problemas “o da garantía de hacerlo durante la próxima semana, la Xunta tendrá que informar negativamente sobre el permiso de apertura a la Unión Europea”. Esto significaría que el zoológico debería ser cerrado al público, acometer las reformas y, una vez verificadas por un grupo de expertos, volver a solicitar la licencia, un trámite que, como indicó la Chus Lago, llevará no menos de 2 meses, plazo de moratoria que pidió a Medio Rural para acabar las mismas.