Tras el ultimatum a los padres del menor de 9 años y 70 kilos de peso para que entregaran a su hijo o confesaran cuál era su paradero, el juez está ahora a la espera de que el fiscal se pronuncie sobre el informe psicológico entregado ayer por los progenitores en el que se considera “perjudicial” el ingreso del pequeño en el centro de A Carballeira para decidir si se prosigue la investigación o no. No existe ningún plazo marcado para que el fiscal de este paso, aunque hay un juez de familia y otro de instrucción que están velando por todo el proceso.
Los padres siguen sin informar a las autoridades sobre el paradero de su hijo, oculto desde que la Xunta obtuvo la tutela de manera provisional y pidió su ingreso en el centro de menores de A Carballeira, en Ourense. Los padres entregaron ayer este informe psicológico que pagaron de su bolsillo tras negarse el Ministerio Fiscal a que el niño fuese visto por dos psicólogos especialistas independientes para que dictaminaran si su ingreso podría suponerle un “trauma o perjuicio”.