No entregaron al niño en el plazo estipulado por el juez y lo mantienen oculto, pero ahora la Fiscalía estudia sumar un nuevo delito al de desobediencia a los padres del niño ourensano con obesidad mórbida: abandono, ya que Moisés sufre una situación de “absentismo escolar” prolongada desde 2008, además de no asistir a clase desde el pasado 2 de octubre.
Si por no indicar el paradero de su hijo Luis Montoya y Margarita Gabarre se enfrentan a una pena de entre seis meses y un año de cárcel, ahora por el delito de abandono, tipificado en el artículo 226 del Código Penal, podrían enfrentarse a entre tres y seis meses de prisión o, en su defecto, una multa de seis a doce meses por incumplir los deberes legales de asistencia, inherentes a la patria potestad, tutela, guardia o acogimiento familiar.
Por su parte, la psicóloga y el endocrino que atienden al niño prestaron declaración durante hora y media como testigos ante el juez, donde mantuvieron que el ingreso del menor en el centro de A Carballeira sería perjudicial y causaría un daño irreparable al pequeño. El endocrino lleva desde octubre realizando un control exhaustivo de la dieta alimenticia del menor.
Tras un informe médico en el que se declaró una insuficiencia respiratoria grave cuando Moisés tenía 5 años como consecuencia de su obesidad, la Xunta solicitó la custodia del menor, que llegó a pesar 83 kilos y que ahora con 9 años está en 70. Los padres se niegan a entregar al menor y acatar la “situación de desamparo” e intenta llegar a un acuerdo con la Xunta para evitar que acabe internado en el centro de menores de A Carballeira.
