“No soy inocente, porque he sido lo bastante gilipollas para militar en una organización terrorista”. Así se manifestó el ex dirigente de los GRAPO Fernando Silva Sande durante el juicio celebrado en la Audiencia Nacional por la colocación de explosivos en dos torres de transmisiones de Radio Nacional y del Ejército en 1998.
Es la primera vez que se desmarca de esta organización, a la que calificó de terrorista y de “secta”. “Hay que tener bastante fanatismo y ser bastante cretino para militar ahí”,se reafirmó. De hecho, dijo que cambió su punto de vista desde el año 2000, cuando fue detenido, “entonces todavía tenía fe en la secta y en su líder. Hablaba como todos los fanáticos, enajenado”.
El acusado tiene 41 causas abiertas en la Audiencia Nacional y condenas de 158 años de cárcel, por lo queseñaló que no aspira “a nada ni espero nada del futuro, pero ahora me siento más libre que nunca, aunque esté en la cárcel”.
Estas declaraciones no gustaron a la también ex-grapo María Victoria Gómez Méndez, presente en la sala, de hecho, le gritó: “¡Cobarde, reconoce tus responsabilidades, cobarde!”.
Silva Sande tambiénacusó al imputado Manuel Pérez, el “camarada Arenas”, de ser el “el jefe, el líder” , cuya autorización era necesaria para llevar a cabo cualquier acción. El representante del ministerio público pide para los cuatro 7 años de cárcel por daños terroristas. Manuel Pérez, que lideraba el Partido Comunista de España reconstituido (PCEr), ha negado su implicación en los hechos, e insistió en que, aunque ideológicamente estaban cerca, no formaban parte de la misma organización..