Alberto Velando, ecólogo evolutivo de la Universidade de Vigo, ha publicado un estudio en la Revista ‘Cartas de Biología’ en la que asegura que la abstinencia sexual hace recuperar el brillo del plumaje y resalta el color del Piquero de Patas Azules. Este ave, originaria de las Islas Galápagos y Ecuador, que vive 20 años, pierde con el paso del tiempo la frescura y luminosidad de sus características patas, uno de los reclamos más importantes para las hembras, lo que hace que estas prefieran machos más jóvenes, cuyo color no se ha degradado.
Un grupo de científicos dirigido por el doctor Velando, capturaron a varias de estas aves durante el período de cortejo de los años 2004 y 2005, midieron la luminosidad de sus pies, cuya coloración está causada por una mezcla de luz amarilla, que se refleja en pigmentos carotenoides, y de luz azul, que se refleja por el colágeno, y comprobaron que aquellos que no tuvieron descendencia durante ese período tenían las patas con un color más intenso, en contraste con los congéneres que sí habían criado.
Tras este período de abstinencia, los ecólogos constataron en un total de 109 ejemplares, que estos tenían más éxito con las hembras ya que eran más deseables cuando se iniciaba una nueva etapa de cortejo. Sin embargo, el hecho de que el Piquero de Patas Azules recupere el sex appeal tras un periodote abstinencia, con ser raro, no es único, lo que podría aumentar las esperanzas de muchos varones; el Espinoso, un pez que tiene una coloración rojo-naranja, también la recupera si no se aparea, y con ella su atractivo para las hembras que, eso sí, ni en su caso, ni en el del Piquero, aguardan célibes a que a sus machos reverdezcan sus laureles.