Los escuchará antes de final de año. El presidente Zapatero recibirá a los dirigentes de las centrales sindicales agrarias , COAG, Asaja y UPA, el día 29 para tratar de sus problemas, conocer sus propuestas y articular una posible solución a la gravísima crisis que afronta el sector. La convocatoria no ha sido una sorpresa, el ministro de Fomento, el lucense José Blanco, durante el último congreso de UPA, hace dos semanas, se comprometió a que los responsables de estas organizaciones se sentarían con el presidente del Gobierno.
Antes de esta reunión, las protestas de los agricultores y ganaderos se han oído dentro y fuera de España, de Santiago de Compostela a Bruselas, la última la multitudinaria de Madrid, el día 21, a donde se desplazaron agricultores de todas la comunidades para exigir al ejecutivo que tratase la situación que padecen como un problema de Estado.
Entonces, reclamaron precios justos para sus productos, denunciaron que sus rentas habían descendido casi un 30% desde 2004, señalaron que sus costes habían subido un 35% y denunciaron que el campo había perdido más de 124.000 trabajadores . Sus reivindicaciones, son simples: exigen precios transparentes y justos, un plan de choque que permita reflotar el sector, una política agraria común, apuesta por las cooperativas y un proyecto duradero de energías renovables.