En Galicia, las inclemencias del invierno no nos pillarán desprevenidos ni causará los mismos problemas que estos días se están sucediendo en ciudades como Madrid. Con un presupuesto de 3 millones de euros, más de 500 personas participan en un operativo especial de viabilidad invernal en las carreteras gallegas, en el que se cuenta con 32 centros de control, 21 máquinas quitanieve, 121 vehículos de asistencia, 19 silos de sal, 2 plantas de salmuera y 23 silos para fundentes.
Con este dispositivo, activo del 1 de noviembre al 30 de abril, se intenta mantener la operatividad de los casi 5.500 kilómetros de red viaria que dependen de la Xunta, de los que casi un 21 por ciento (1.100 kilómetros) son de montaña y sufren fenómenos meteorológicos adversos como nevadas y heladas con “especial incidencia”. Por eso, la mayor parte de la inversión se la lleva el interior, con un 40 por ciento para Lugo y un 21% para Ourense, mientras que A Coruña y Pontevedra se quedan con el 19 y 10 por ciento, respectivamente.
El coste de mantener las carreteras despejadas es de 566 euros por kilómetro, aunque varía según las provincias, oscilando desde los 348 o 465 euros que cuesta en A Coruña y Pontevedra a los más de 850 que cuesta en Lugo. Sólo en estos días, en la zona norte de Pontevedra las máquinas tuvieron que dejar 57 toneladas de sal el pasado 23 de diciembre sin interrumpir la circulación de tráfico y en Nochebuena 9 máquinas quitanieves despejaron las carreteras de Lugo para que no hubiera problemas en Navidad.
Recomendaciones
Sin embargo, desde la Xunta consideran que no hay mejor dispositivo que la prevención. Por eso, recomiendan a los ciudadanos que no hagan viajes innecesarios y, cuando los hagan, vayan preparados con cadenas, el móvil con la batería llena, el depósito de combustible al máximo y extremando la precaución.