El alcalde de Vigo lo tiene claro: no a la nueva Ley de Cajas. Para Abel Caballero, la aprobación de esta normativa supone una agresión y es la que más daña a Vigo en toda su historia como ciudad. Para el regidor vigués, la ley se tramitó demasiado rápido, con alevosía, sin consultas y en Navidad, unas fechas en las que la “atención está poco centrada” en la actualidad.
Uno de los puntos más graves es, para Caballero, es la doble intención de esta ley: la “absorción” de Caixanova por parte de “otra entidad”. Además, criticó que se promoviera casi al final del proceso una enmienda para renovar de golpe los órganos de gobierno de las cajas y “echar a Caixanova” de los puestos de decisión.
El BNG tiene otra opinión
La opinión de los nacionalistas vigueses sobre la Ley de Cajas dista mucho de la de sus compañeros de gobierno. Para el BNG esta normativa está adaptada a los tiempos que corren y beneficiará a la economía gallega y viguesa y a los sectores productivos. Para el teniente de alcalde, Santi Domínguez, hablar de la fusión de cajas cuando aún no se saben los términos en los que se podrían dar es una forma de “meter miedo a la gente”, ya que Caixanova es una entidad “solvente y eficiente. No va a ser posible que con su capacidad, eficiencia y solvencia Caixa Galicia acabe absorviéndola”.
Además, Caixanova es el resultado de la fusión entre la Caja de Ahorros de Vigo, de Pontevedra y de Ourense, donde Vigo mantuvo su preminencia al ser la más solvente de las tres. Y, para Domínguez, esta ley garantiza que los ahorros de los vigueses seguirán siendo para apoyar a los sectores productivos de la ciudad y para desarrollar una obra social para toda Galicia.
El PP busca responsables
El Partido Popular tampoco comparte la opinión de Abel Caballero, al que considera el único responsable en el caso de que Vigo se quede sin caja y al que acusa de defender sus propios intereses para conseguir “un puñado de votos” y de politizar un asunto de gran relevancia. El PP entiende que se está tomando una decisión importante para Galicia, que podría dejar una caja gallega fuerte y solvente con poderes de decisión en Vigo o bien un centro de decisión de la futura caja en Madrid o Barcelona.