La decisión aprobada ayer de que las asociaciones vecinales paguen 1.500 euros anuales a la Favec para saldar su deuda de 54,000 euros ha dejado tocado y dividido al movimiento vecinal.
Ayer se volvió a votar esta decisión, después de que dos días antes se rechazase ( con 13 votos en contra y 11 a favor). El resultado de la votación del día 28 desagradó de tal modo a la presidenta de la Federación, Elena González, que culpó a los que votaron en contra de acabar con la Favec. En un ambiente tenso y completamente dividido, parte de los del ‘no’ abandonaron la reunión que creían finalizada, momento que la presidenta eligió para volver a votar que se celebrase de nuevo el plebiscito para aprobar la cuota, circunstancia que tuvo lugar ayer. En esta ocasión, se presentaron presidentes de entidades que no habían estado antes y el resultado cambió: hubo 16 votos favorables y 14 en contra. La Favec no presentó ni las actas del día 28 y ni siquiera estuvo presente el secretario. Ante todas estas circunstancias, diversas asociaciones impugnaron la asamblea alegando que es ilegal, ya que no se pueden introducir temas nuevos aleatoriamente, máxime cuando ya se habían votado. Ellos se remiten a los comicios del día 28, y están dispuestos a llegar a la vía judicial si es preciso. Por lo pronto, Saiáns ya se ha pronunciado y, salvo que su asamblea diga lo contrario, no pagará los 1.500 euros anuales obligatorios (antes eran 60 €). Algunos del los del ‘sí’, aseguran, “creían que lo que aprobaban era un aval, porque así se encargaron de explicárselo”.Voces mucho más críticas abogaron por crear una nueva federación que de verdad represente a todas las entidades, otros pidieron directamente la dimisión de Elena González, su presidenta.