Sus Majestades los Reyes Melchor, Gaspar y Baltasar, están ya en la ciudad y de madrugada empezarán a repartir los regalos a los más de 90.000 niños vigueses. Los monarcas de Oriente llegaron a la subida a O Castro en tres espectaculares coches antiguos para que los camellos pudiesen descansar después de un viaje de miles de kilómetros.
Los Magos, que viajaron hasta el Concello escoltados por doce motos de la Policía Local, que vestía el uniforme de gala, fueron recibidos por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, el teniente de alcalde, Santiago Domínguez y todos los concejales de la Corporación. Venían de visitar a los pequeños que están internados en los hospitales, de contemplar la Ría desde la Guía, de ir a ver a los abuelos que también les han escrito sus cartas y de recibir las últimas de ellas en la Praza do Rei.
En la recepción oficial, el alcalde les entregó las llaves de la ciudad “que abre todas las puertas de todas las casas y todos los portales de Vigo” y les recordó que los niños vigueses se habían portado bien este año. Abel Caballero, que reconoció que les había mandado la carta hace varias semanas, les pidió que vuelvan a hacer su magia para hacer felices no sólo a los pequeños, sino a los mayores “después de doce meses que han sido difíciles y en los que todos han hecho muchos esfuerzos”.
El Rey Melchor, que además es un excelente músico, habló en nombre de los tres, para agradecer el cariño de los niños, les dijo que ya tenía guardados todos los paquetes y reconoció que les encanta venir a Vigo “es una ciudad muy hermosa, sabemos que somos muy queridos y aquí siempre nos sentimos como en nuestra casa”. A su lado sonreían el Rey Gaspar, que esta mañana se dirigió a los vigueses por la radio, y el Rey Baltasar que, según la Cartera Real, cuando no tiene que atender los asuntos de su reino, dedica mucho tiempo a jugar al baloncesto, uno de sus deportes preferidos.
Después, acompañados por más de 100.000 personas y precedidos por seis carrozas, participaron en la Cabalgata en la que había amazonas a caballo, calamares gigantes de la Ría, come fuegos, saltimbanquis, zancudos, pirañas, piratas, la familia Simpson, mimos, bailarinas, arlequines, o estrellas de mar.
Al terminar los tres, y todas las personas que les ayudan, se fueron a cenar y a dormir un rato antes de empezar a repartir los regalos.