Hasta hace poco eran el perro de moda y se vendían a precio de oro; ahora la moda es llevar a los canes vestidos y comprarles regalos de Navidad y cumpleaños so pena de que se depriman. Las tendencias mandan, para desgracia de los bulldogs franceses, que empiezan a verse por las protectoras de animales en busca de una nueva familia que los adopte.
No es la primera vez que pasa. El anuncio de Scotex desató una avalancha de forofos del labrador hace unos años y, poco antes que los bulldogs, fue el turno de los Carlinos mileuristas. Mileuristas por lo que cuestan, porque perro de moda significa desembolso al canto.
Una cuestión de décadas…
El los años 70 el perro que causaba furor era el pastor alemán, pero en la década siguiente fue desbancado por los doberman y su fama de agresivos y los fox terrier tipo Milú. Luego llegó la época de los míticos Cockel Spaniel, que por la cantidad de ellos que se veían y lo poco que aparecen ahora se puede deducir que o tenían una esperanza de vida muy corta o que no podían tener descendencia. Le siguieron los husky, los rottweilers y su mala fama y los pitbull y las mil noticias de sus ataques a niños y mayores en los que el afectado como mínimo perdía un miembro.
¿Qué pasó con todos esos perros que ya casi no se ven? Muchos vivirán en el exilio de aldeas y fincas dedicándose a mejorar la raza de los perros de la zona por no ser tendencia. ¿Cuál será la siguiente?