Ni uno de los problemas que más preocupan a los vigueses fue tratado en el Pleno de hoy. Algo que ya viene siendo habitual en las reuniones mensuales de la Corporación. Los concejales se dedicaron a debatir asuntos de tanto calado popular como el Decreto do Galego, el Inventario Municipal, la venta irregular en el Casco Vello o el pacto por la movilidad.Estos temas, a la vista del orden del día de los Plenos de los últimos meses, son en muchos casos recurrentes: el uso del gallego se debatió hasta 4 veces en 2009, otras 4 la ampliación o mejora de comedores escolares, las mismas asuntos relacionados con el local de la Federación Veciñal, así como las infraestructuras, desde una moción para poner una rotonda en Escultor Gregorio Fernández, hasta una moción instando al gobierno a que mejorase el pavimento de las carreteras, pasando por un acuerdo sobre infraestructuras: tres la necesidad de un Plan de Tráfico, reducción de la siniestralidad, multas o la coordinación de la acción policial, otras tantas, la necesidad de mejora de la gestión municipal, las mismas que la realización de un inventario municipal (un tema que debe ser de vital importancia ya que en el pasado mandato llegó al Pleno hasta cuatro veces).
Hasta el castellano como idioma oficial al interés por la Franja de Gaza
En 2009, los concelleiros creyeron que era esencial para los vigueses que se utilizase la señal ‘Concello de Vigo’ en las comunicaciones y actos oficiales, que hubiese un Plan Director de O Castro, que el castellano fuese cooficial en el Concello, que se aprobase despachar billetes en Castrelos y se construyese una garita para ello, que no se usase el Puente de Toralla como Trampolín, que conociésemos el avance de los trabajos en la Zona Verde de Navia, analizar la situación de la Franja de Gaza o que al primer ministro israelí le constase la condena del Concello de Vigo por los ataques que realiza en Palestina, materia ésta sobre la cual, no es que las entidades no tengan competencia, es que no la detentan tampoco las comunidades autónomas, por lo cual no es posible hacer llegar dicha condena a las autoridades hebreas.
Ni hablar de acuerdos en empleo, economía o vivienda
En muy contadas ocasiones, algo que también sucede en sus comparecencias públicas al margen de las convocatorias plenarias, los concejales se han decantado por dar respuesta o proponer soluciones al desempleo, que según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) preocupa al 78,4% de los ciudadanos y que afecta, directamente a 23.000 vigueses. Tampoco se han propuesto alternativas para la mejora de la actividad económica, se han planteado pactos sobre la misma, convocado reuniones o buscado consensos, pese a que ello quita el sueño al 45.9% de los vecinos; no ha habido un debate sobre vivienda, algo que interesa al 11,8% de las personas, ni se han señalado dónde están los pisos de protección oficial, cómo optar a ellos, quiénes pueden hacerlo, qué se está haciendo para construir más o qué dotación presupuestaria tienen.
Así mismo apenas ha habido propuestas, y menos acuerdos, sobre dependencia, pese a que Galicia es la comunidad con mayor porcentaje de personas en esta situación, integración social, inmigración, seguridad ciudadana, sanidad, consumo, (Vigo es la ciudad de Galicia que más reclamaciones plantea en los organismos que regulan el mismo) o tráfico.
Los políticos, tercera preocupación de los ciudadanos
Lo que sí se ha comprobado es que la tercera preocupación de los ciudadanos, sus políticos, algo que el 16,6% asegura que le inquieta (un 3% más que el terrorismo), está fundada. En el Pleno de hoy los debates más encendidos han sido sobre cuestiones reglamentarias y de orden. En ellas han ocupado buena parte del tiempo el alcalde y los concejales López-Chaves, Martiño, Conde, Abelaíras o Domínguez. Se han escuchado frases como “vosotros sí que despilfarráis” “sólo os interesan los vuestros”, “esto es una dictadura”, “si no hay reglamento es porque no os atrevéis a traerlo al Pleno”, “eres como Obiang”, “vaya cara”,”he intervenido en todos los parlamentos en los que he estado”, “me han felicitado por mis gestiones”, “esto es un descontrol”, “no sabéis lo que queréis”, “vaya indocumentados” , “tú si que eres un mentiroso” “o usted sólo viene aquí a reventar el Pleno.
