Ver in situ la situación de “desastre ambiental” en la que se encuentra la ría de Vigo. Eso es lo que pretende la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo ante las 4.000 firmas presentadas pidiendo la paralización de la ampliación de la depuradora y la anulación de los fondos comunitarios para las obras.
En la petición, que se presentó por primera vez en Bruselas en 1999, se considera que las instalaciones de la depuradora, además de causar molestias a los vecinos y dañar una de las playas más importantes de la ciudad, podrían incumplir la directiva comunitaria de protección ambiental. Un estudio de la Comisión Europea ya determinó que sólo el 62 por ciento de las aguas urbanas habían recibido los tratamientos adecuados.
Otra de las peticiones elevadas a Bruselas es la de la Plataforma Pola Defensa da Ría de Vigo, que habla de desequilibrio ambiental con nuevos proyectos que dañan la ría, como la ampliación del muelle de Areal, que dejará zonas de almacenamiento de aguas residuales industriales, diques o puertos deportivos.
La última de las demandas es la presentada por la Plataforma para la conservación de la Bahía de San Simón, que se queja de la contaminación y falta de revisión medioambiental en la construcción de 50.000 metros cuadrados en el estrecho de Rande sin presuntamente haber realizado ningún estudio de impacto ambiental y para la que la Comisión Europea prefiere esperar a que se pronuncien los tribunales españoles.