El vicepresidente de la Diputación de Pontevedra, José Manuel Figueroa, se reunió con 20 colectivos de Vigo (Nero Club, Club de Campo, Círculo Mercantil, Liceo Marítimo de bouzas, R.C. Náutico de Vigo, R. C. Celta, Octavio Pilotes Posada, Club Vigo Voleibol, AMFIV, Indepo-Baseket Femenino, Vigo Stick, Gran Peña, Xuvenil de Teis, Rápido de bouzas, Coruxo F.C., Halcones y Vigo Rugby) en la sede olívica de la institución provincial, para dar a conocer la postura del organismo sobre la Ley de Cajas. Esta reunión es la primera de una serie de encuentros que se mantendrán durante las próximas semanas y con diferentes colectivos sociales, deportivos y culturales, en la sede de la Diputación de Pontevedra en Vigo, para dar a conocer la postura de la institución provincial sobre la Ley de Cajas.
Figueroa recordó la urgencia del Banco de España realizar una reestructuración del sistema financiero español antes del 30 de junio de 2010, fecha del fin de las ayudas para las fusiones acudiendo al FROB. En este sentido, los tres grupos políticos del Parlamento de Galicia han tomado la decisión, por unanimidad, de llevar a cabo una nueva Ley de Cajas que regule el panorama económico-financiero gallego.
El Vicepresidente provincial destacó que “nadie puede cuestionar el excelente trabajo de Caixanova” pero, ante este nuevo escenario financiero, “las cajas gallegas únicamente tienen tres opciones para continuar”. La primera de ellas, indicó, “sería la gestión en solitario de las cajas, algo que tanto los analistas como el Banco de España desaconsejan porque aseguran que no es viable. Continuar en solitario implicaría, por tanto, la desaparición de las cajas gallegas”.
La segunda de las alternativas posibles es la fusión, opción que defiende la Diputación de Pontevedra “para mantener una caja gallega, solvente y competitiva, algo que avala, además, la auditoría externa”.
La última de las alternativas es el SIP (Sistema Integrado de Protección), también la rechazó, “el centro del poder, las gestiones financieras, de riesgo o tesorería estarían fuera de nuestro alcance, probablemente en ciudades como Madrid o Barcelona”. El SIP, por tanto, “sería la peor alternativa puesto que nos quedaríamos sin cajas gallegas”.