El naval vuelve a estar en pie de guerra. Los ex trabajadores que fueron desalojados ayer de Barreras tras casi 24 horas encerrados en la enfermería del astillero continúan sus protestas para pedir que se respeten las bolsas de contratación y que las empresas no recurran a empleados extranjeros que cuestan la mitad.
Esta mañana decenas de trabajadores y ex trabajadores recorrieron la avenida de Beiramar y Bouzas para protestar, provocando importantes atascos, y fueron recorriendo los distintos astilleros para explicar a sus trabajadores la situación y buscar que se solidarizasen con ellos. Los desempleados continuarán movilizándose mientras no lleguen a un acuerdo con la patronal para solucionar el asunto.
La jornada arrancó a las 10 horas cortando el tráfico en la entrada de Barreras y celebrando una asamblea con los trabajadores de puertas afuera. Después varios trabajadores se les sumaron mientras varios furgones antidisturbios se desplegaron con escopetas de bolas de goma y escudos, aunque no se produjo ningún altercado.
Los manifestantes paralizaron la actividad en los astilleros y denunciaron una situación más que cotidiana, ya que aseguran que en el buque que actualmente está construyendo Barreras en Bouzas hay más de 300 personas trabajando por debajo de lo que estipula el convenio.