Pistoletazo de salida a las fiestas tradicionales. Bembrive inauguró ayer el calendario festivo en la popular fiesta de San Blas. Centenares de personas volvieron a llenar los furanchos, abiertos en los bajos de las casas. Conocidos empresarios, políticos, vecinos de la zona, devotos… llenaron las calles con cánticos, ‘cunca’ en mano y pañuelo al cuello. La profesión del santo que cura la garganta puso la nota religiosa a un día festivo. La cola de coches para poder aparcar se alejaba más de 2 km del centro del pueblo.