El Senado publica en su web vida, obra, milagros… y cuentas de nuestros representantes y sólo 6 de los 18 reconocen compaginar sus labores políticas con actividades privadas que, en algunos casos, conlleva oficio pero no beneficio. El caso más destacado, el de Manuel Fraga, ex presidente de la Xunta, que percibió casi 98.000 euros los dos años siguientes a su retiro como indemnización. Las tertulias, publicaciones y conferencias en las que participa son de forma ocasional y gratuita.
Entre los concejales que también tienen silla en el Senado está el alcalde de A Coruña, Javier Losada, que además tiene en su extenso currículum ser patrono de la Fundación Caixa Galicia, presidente y consejero de la Empresa Municipal de Aguas, de la Empresa Municipal de Vivenda, Servicios y Actividades, del Consorcio para la Promoción de la Música, del Consorcio de Turismo y consejero de R Cable. Eso sí, lo único que percibe por ello son las dietas. Un caso similar al que se encuentran los alcaldes de Ribeira, Cospeito, Cartelle y Vilamarín.
Los que tienen su espacio en los plenos municipales de sus localidades como concejales son María Paz Lago (Sanxenxo), María del Carmen Gueimude (Viveiro) y José Manuel Barreiro (Lugo), aunque también declaran sólo cobrar las dietas que acarrean estos puestos. Y otros ocho senadores son funcionarios en servicios especiales.
Mientras, las populares María Dolores Pan y María Jesús Sáinz siguen la estela de Fraga y dan conferencias, escriben artículos y participan en tertulias. El también popular Miguel Ángel Pérez mantiene su consulta privada a pesar de haber renunciado como jefe del Servicio de Cardiología de Ourense y no cobrar por dar clases en las universidades de Vigo y Santiago, dirigir Cáritas Diocesanas y ser patrono de las fundaciones Monte do Gozo y Santo Ángel.
Por su parte, Juan Juncal tuvo que renunciar a su escaño como concejal popular en Ferrol, pero mantiene el 100 por cien de las sociedades mercantiles Ferrolpyme y Juncal Auditores.