Los sindicatos creen que lo que hay detrás del cierre del hospital de la Cruz Roja no es más que una operación especulativa. Hoy aseguraron que se temen que los directivos de la ONG quieran cerrar el local de la calle Ecuador para venderlo, sacar un rendimiento económico y trasladarlas al edificio de Cánovas del Castillo. Sus 70 empleados, que hoy pidieron sentarse en una mesa con representantes del Servicio Galego de Saúde, del Concello y de Cruz Roja, avisaron que desde mañana incrementarán sus protestas y denunciaron que se plantea un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), para que el proceso salga lo más barato posible, “pese a que la Cruz Roja obtuvo el año pasado unos beneficios de 36,7 millones de euros”.
El responsable de Sanidad Privada de la CIG, difundió un informe que, según recalcó, demuestra que la ONG no pasa por dificultades financieras que y que “desvía fondos” del hospital vigués a sus reservas de solidaridad y de cohesión, sin destinar inversión a proyectos de mejora en el centro sanitario. Así mismo, Carlos Portas, indicó que el bastaría con menos del 0,1% de los ingresos que tiene la entidad para pagar al personal de Vigo y señaló que los 60 directivos de la organización se gastaron en 2008″11 millones de euros en gastos por desplazamiento o viaje“.