Han pasado seis años desde la muerte de las dos policías en prácticas en su domicilio de Bellvitge, en Barcelona. Hoy, la Audiencia Provincial de Barcelona ha condenado al autor, Pedro Jiménez, a casi 94 años de cárcel y a pagar a los familiares de las víctimas una indemnización de 900.000 euros. Declarado culpable por unanimidad por un jurado popular, la condena garantiza que pase 40 años en la cárcel, el máximo que contempla la ley española.
Es la segunda vez que se juzga a ‘Conan’, ya que el Tribunal Supremo invalidó una condena de 83 años de prisión en 2008 al considerar que tenía que ser juzgado por un jurado popular y no por un juez. En esta ocasión, el acusado ha sido condenado por dos delitos de asesinato, uno de violación, profanación de cadáver, incendio, robo con violencia, allanamiento y quebrantamiento de condena.
Sucedió en 2004
Jiménez estaba de permiso penitenciario en octubre de 2004, fecha en la que se coló en el edificio de las víctimas, subió en el ascensor con una de ellas y, a punta de navaja, la obligo a que le dejase entrar en casa. Las amordazó y ató de tobillos, manos y cuello en habitaciones separadas y las violó, a una de ellas postmortem, y mató a puñaladas. Tras el asesinato intentó sacar dinero con una tarjeta de crédito de una de las víctimas e intentó prender fuego al edificio.
Una huella de Jiménez en la hebilla de uno de los cinturones con los que ató a una de las víctimas, sangre en las zapatillas de deporte o el semen encontrado en una de las policías son algunas de las pruebas que le han valido la condena.