Uno de los sectores que más ha acusado la crisis es el de la construcción, que ha quedado prácticamente paralizado. El año pasado sólo se pidieron el 30 por ciento de las licencias para nuevas viviendas de las solicitadas en 2008, pasando de los 23.163 permisos a apenas 7.384, según datos del Instituto Galego de Estatística. En total, la superficie construida se redujo de los casi 5.000 metros cuadrados de 2008 a los 1.955 del año pasado.
No siquiera los permisos para reforma se han visto beneficiados, ya que han descendido otro 25 por ciento las de viviendas y un 12,3 por ciento las de edificios. En Vigo, en 2007 apenas se pidieron 83 licencias para obras de nueva planta y 50 para reforma, además de 7 permisos para la demolición total de un inmueble. Precisamente son los permisos de demolición los que más decayeron con un descenso del 45 por ciento para los de viviendas y del 55,2 por ciento para edificios.