El mismo informe que Joe Jackson ha hecho llegar a los medios, indica que Michael murió a consecuencia de una sobredosis de Propofol, un analgésico que el doctor Murray le administró “de manera excesiva e inadecuada”; además de ello, Murray, una vez que sobrevino el paro cardíaco, “no actuó adecuadamente”.
Basándose en estas afirmaciones, el patriarca de los Jackson, del que sus hijos han dicho que era un “tirano”, que los maltrataba y que siempre ha vivido de ellos, acusará a Conrad Murray de homicidio imprudente y, previsiblemente, además de una larga condena, exigirá una importante indemnización. Y es que Joe, tras la muerte de su hijo, exigió que se le siguiesen pagando los 250.000 dólares mensuales que, aseguró, recibía del pequeño de los Jackson para mantener su habitual tren de vida.