El arzobispo de Canterbury jefe espiritual de la Iglesia Anglicana de Inglaterra, Rowan Williams, expresó su “gran pesar” por el malestar causado con sus críticas a la Iglesia Católica de Irlanda, a la que acusó de haber perdido “toda credibilidad” tras la gestión que hizo con los abusos sexuales a menores por parte de algunos de sus sacerdotes.
Otros miembros del clero protestante, como el arzobispo anglicano de Dublín, John Neill, expresaron su consternación y lamentaron los comentarios del máximo representante de la Iglesia Anglicana.
Antes de que Willians hiciese dichas declaraciones a la BBC, el 20 de marzo pasado, el Papa pidió perdón en una carta a las víctimas de abusos por parte de curas católicos irlandeses y les exigió que asumiesen no sólo sus pecados sino que se sometiesen al castigo de la justicia por sus delitos. En esa carta Benedicto XVI también criticó con severidad la actuación de los obispos de aquel país, varios de los cuales, como los de Derry, Clogher y hasta el cardenal Brady, cuya renuncia ha sido admitida por el Vaticano, admitieron haber encubierto tanto los actos como a los pederastas que los cometieron.