Pero la iniciativa interesa: los touroperadores y agencias de viajes que visitaron el barco a lo largo de la jornada desembarcaron con la sensación de que el producto va a funcionar. “Es una buena oferta para la gente del noroeste peninsular. No tiene grandes dimensiones, pero cuenta con todo lo necesario para agradar al pasajero, aunque no sea su primer viaje en barco. Ahora sólo hay que rodarlo“, explican.
Y lo corroboran Gustavo y Estrella, unos cántabros que han venido con una pareja de amigos a Vigo para embarcar en el crucero. “Estábamos viendo cruceros y este cuadraba bien. En cuestión de distancia para nosotros era casi lo mismo venir hasta aquí que ir a Barcelona (uno de los principales puertos de salida de cruceros)”, aseguran. Antes de embarcar, turismo por Vigo al que ven “mejorado” y al que le perdonan las obras “si es para humanizar“. “Lo que no nos gusta nada es A Laxe”, reconocen.
Viaxes Loa hace a Vigo Puerto Base de cruceros con ‘Embárcate con Vigo’
Con esta iniciativa se ponen fin a 10 meses de trabajo para conseguir que Vigo se convierta en el tercer puerto base de Iberocruceros tras Barcelona y Málaga y traiga sólo con estos cuatro nuevo itinerarios más de 12.000 viajeros extra entre los más de 250.000 que visitarán la ciudad a lo largo de este año. Para ello 15 millones de euros sobre la mesa que comenzaron a gastarse con los ‘Duques de Alba’ y que permitirán en unos días que tres buques de grandes dimensiones estén atracados juntos en el muelle de trasatlánticos.
“Los cruceristas ya no tendrán que bajarse en medio de contenedores y coches”, aseguró orgullosa la presidenta del Puerto, Corina Porro, que intercambió metopas con el capitán del barco, Antonio Toledo, una placa que se regala en cada viaje inaugural y que acompañará al puente de mando del’Grand Voyager’ también al Mediterráneo y a Brasil. De manera excepcional por lo que supone para Vigo también se le entregó una metopa al presidente de Iberocruceros, Mario Martini, y el gerente de Viajes Loa, Luis Otero, otro de los impulsores de Embárcate con Vigo.
Más de 10 horas de preparativos hicieron falta para dejar al buque impoluto y abastecido y apenas 30 minutos para salir de la ría rumbo a Lisboa. Todo por sus 28 nudos por hora, con los que los viajeros pudieron rebasar Cíes en un abrir y cerrar de ojos y lanzarse a mar abierto. Esperemos que el tiempo mejore en los próximos días y la lluvia no agüe la fiesta a los cruceristas.