Caixanova ha cerrado los tres primeros meses del año con una tasa de morosidad del 4,78 por ciento, un punto y medio por debajo del resto de cajas, y ha conseguido 22,5 millones de euros antes de impuestos. Un descenso en los primeros resultados del año arrastrado por el ingreso extraordinario en 2009 de una parte de las plusvalías de la venta de Unión Fenosa y que no implica que haya obtenido un índice de cobertura del 77,27 por ciento.
La evolución de los recursos de clientes también deja patente la confianza de los clientes, ya que el volumen medio mensual aumentó en los últimos doce meses un 3,7% frente a un retroceso de un 3,4% en el conjunto de las cajas de ahorros de tamaño grande. Además, mientras el conjunto de las cajas ha incrementado un 6 por ciento el ahorro del sector privado, en Caixanova el avance es del 18,9%, lo que permite obtener liquidez a un menor coste.
Echando mano de la prudencia, Caixanova ha provisionado 69,7 millones de euros a costa de reducir beneficios y ya cuenta con un colchón de casi 722 millones de euros. Entre los fondos de carácter genérico y voluntario se ha acumulado unos 150 millones de euros, más de 100 en dotaciones para la caja para afrontar posibles contingencias futuras. Y la reducción de los gastos de administración en un 6,1 por ciento ha permitido ahorrar 6 millones de euros en los tres primeros meses del año.