Ya ha perdido todo su protagonismo porque no hay colas en los aeropuertos europeos para poder volver a casa. Aunque ya nadie hable de él, el volcán islandés Eyjafjalla continúa en erupción provocando deshielo en la zona. Y los científicos no quitan ojo a su evolución. Por eso hoy un grupo de cuatro investigadores españoles han partido hacia Islandia para pasar una semana recopilando muestras y estudiando el impacto medioambiental de la erupción.
Este grupo recorrerá varias zonas afectadas por las cenizas para estudiar los aspectos físicos de estas, como su espesor, la forma en que ha caído o a dónde ha llegado, y recogerán muestras que luego analizarán en Madrid. Esta es una oportunidad única de poder estudiar las cenizas en tiempo real, ya que no es muy habitual poder acercarse al volcán cuando aún está escupiendo lava.
El volcán mantiene la columna eruptiva y su emisión de ceniza y gases compuestos de vapor de agua, azufre, carbono, nitrógeno o cloro. No se sabe cuánto tiempo puede continuar echando magma, una situación que se podría prolongar durante meses o años hasta que la lava se agote.