Ya lo han dicho, no los moverán del hospital de la Cruz Roja, donde aún permanecen ingresados cinco enfermos que son atendidos de forma voluntaria por varios trabajadores. Sus parientes han asegurado que no tienen intención de trasladarlos a otras residencias hasta que el Sergas no les garantice su ingreso en otros centro público en las mismas condiciones que hasta el momento.
Los familiares se sienten traicionados y utilizados por los representantes sindicales, que aprovecharon la presión social que ejercían los pacientes para conseguir un mejor acuerdo para los trabajadores. Sindicatos y Cruz Roja firmaron anteayer un acuerdo para un ERE de extinción para 41 trabajadores que cobrarán 42 días por año y la recolocación de 5 trabajadores en fase de jubilación.