Los sondeos se confirman: por primera vez en 36 años ni conservadores ni laboristas tendrán la mayoría absoluta en el Reino Unido. El Partido Conservador de David Cameron ha ganado en votos y escaños, pero con una mayoría con la que no le será fácil ponerse al frente del gobierno en solitario y que abre paso a una posible negociación con Gordon Brown, el gran perdedor de la jornada al no renovar el control que los laboristas tenían de la Cámara de los Comunes desde hace 13 años. Y abre también una puerta a Nick Clegg y una coalición de los liberal-demócratas con cualquiera de los dos bandos. Sólo tiene que pensar en como administrar sus 55 escaños.
Los ‘tories‘ conseguirán 306 escaños, frente a los 198 de hace cinco años. Mientras, Gordon Brown, con 262 escaños, continuará en el número 10 de Downing Street hasta que esté garantizado el próximo Gobierno. Y Brown ya ha comunicado que intentará entenderse con Clegg para no dejar las llaves de Downing Street a David Cameron. Los liberal-demócratas tendrán que escuchar a ambas partes y sopesar el acuerdo que más les compense, aunque ya ha anunciado que el partido que más votos ha conseguido es el que tiene derecho a gobernar y que será con ellos con los que primero lo intentará. Por el momento, ambos líderes se han retirado a estudiar los próximos movimientos.
A apenas 20 escaños del lideragzo absoluto, David Cameron intentará formar un Gobierno en minoría aunque sea con acuerdos puntuales incluso con los unionistas de Irlanda del Norte, donde se juegan 18 asientos. Así también se evitaría el que el resto de partidos forzaran unas nuevas elecciones, como ya ocurrió hace 36 años. La posible dimisión de Gordon Brown también podría cambiar el escenario electoral. Demasiadas dudas para un proceso que se prevé todavía largo.