Exultante. Así estaba el alcalde esta tarde esta tarde cuando compareció ante los medios de comunicación para dar sus impresiones sobre el preacuerdo de fusión, aunque en ningún momento de su comparecencia empleó esta palabra, entre Caixanova y Caixa Galicia. Abel Caballero dejó claro desde el primer instante, que el acuerdo al que han llegado ambas entidades es “prácticamente idéntico al que propuse esta mañana al Pleno del Concello” y, como era de esperar, no dejó pasar la ocasión para señalar, esto sí textualmente, que tanto su socio de gobierno, el BNG, como el PP, se opusieron a ello, “desperdiciaron una oportunidad de defender a Vigo”, repitió y subrayó “Feijóo, Porro y el BNG acaban de perder”.
Caballero aseguró que este era un buen día para Vigo “y un muy buen día para Galicia” porque, “pese a las presiones de la Xunta y varios medios de comunicación”, la sede operativa de la nueva caja estará en la ciudad, su primer presidente será Julio Fernández Gayoso, el director general José Luis Pego y Caixanova tendrá mayoría en los órganos de dirección.
“Esto no tiene nada que ver con lo que pretendía Feijóo quien intentó imponer su criterio con una ley que está suspendida y que no podrá aplicarse en los próximos tres años y medio”, sentenció el alcalde, una ley, continuó, que “pretendía expulsar” a toda la cúpula directiva de la caja viguesa. “Hoy Feijóo tendrá que hacerse la foto con Julio Fernández Gayoso al que hasta hace una semana quería jubilar”, aseguró con rostro severo. Abel Caballero quiso dejar claro que en la decisión que hoy habían tomado los representantes de las cajas había sido “absolutamente determinante” la manifestación del 9 de febrero y que, “por primera vez en su historia” Vigo demandó su futuro “y lo ganó”.
Domínguez, también ganó
Su socio de gobierno, menos alegre y, desde luego, mucho menos eufórico, calificó el día de hoy como “importante para Vigo e para Galiza”, indicó que se había alcanzado el acuerdo que había pedido el BNG y que gracias a la postura “única e sen cambios” de los nacionalistas “hoxe temos un acordo de fusión, porque iso é o que hai: unha fusión”.
Sin citarlo, Santiago Domínguez recordó que Caballero había dicho que la misma era imposible y que llevaría a la ciudad a la ruina; también le espetó que pidió que Caixanova llegase a acuerdos con cajas de fuera de Galicia, que habó de fusión o que reclamó un SIP y le reclamó que estuviese a la altura de las circunstancias.
Sobre las palabras de Caballero que lo señalaban como uno de los perdedores de este proceso contestó “se me sentise perdedor verianme tan satisfeito?” aunque no pudo contenerse y continuó “falando de perdedores, au non era o que levaba unha pancarta na que se leía ‘non á fusión, ese era outro”.
Y Feijóo
Pocos minutos después del teniente de alcalde, en Santiago, comparecía el presidente de la Xunta acompañado por los presidentes de Caixanova, Jullio Fernández Gayoso, el de Caixa Galica, el lucense Mauro Varela, y la conselleira de Facenda Marta Fernández Currás. Alberto Núñez Feijoó dejó claro que la fusión era “paritaria y equitativa”, que los órganos de gobierno estaban compuestos por miembros de ambas entidades “al 50%”, que habría un período de consolidación del proceso de tres años y que al frente de la nueva entidad habría un presidente y un copresidente que se turnaría durante esos tres años, aunque, eso sí, no dio el nombre de quien ocuparía el cargo en primer lugar, aunque en fuentes de la Xunta se daba por hecho que, “la edad es la edad”, será Julio Fernández Gayoso.