Parece que el Plan 2000E de ayudas directas a la compra de automóviles, no sólo es beneficioso para quienes van a comprarse un coche, sino también para las arcas del Estado y de las Comunidades Autónomas. Según un estudio de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) dicho plan generó el pasado año unos ingresos adicionales para ambas administraciones de 414 millones de euros, cifra que llegaría a 800 millones entre 2009 y 2010 si el programa estuviera vigente todo este año.Los fabricantes señalan que el Plan 2000E generó el año pasado una demanda adicional de 140.000 vehículos, lo que, a su vez, supuso una recaudación añadida de 353 millones de euros, de los que 149 millones correspondieron al Gobierno central y los 203 millones restantes a las comunidades autónomas. A esta cifra se suman otros 292 millones que las Administraciones Públicas se ahorraron durante 2009 en prestaciones por desempleo, de los que 66 millones corresponden a la distribución, 109 millones a los fabricantes de vehículos y 117 millones a los proveedores.¿No es un negocio?, las cifras dejan claro lo contrario: los ingresos para las cuentas públicas ascendieron en 2009 a 231 millones de euros (140 millones del Gobierno central y 91 millones de los ejecutivos autonómicos). La organización concluye que el Plan 2000E, además de incentivar el mercado automovilístico, contribuye “de manera eficaz” a incrementar los ingresos de la Administración, “en un momento importante de reducción del déficit público“.
Además, recuerda que desde que el programa se puso en marcha, hace ahora un año, las ventas de coches han registrado un volumen de 1,1 millones de unidades y advierte que los mercados europeos han comenzado a caer después de la retirada de los incentivos a la compra.
