Llevan casi 15 días intentando agotar la vía del diálogo antes de tomar otras iniciativas, pero no está dando resultado. Así que mañana se reunirán en asamblea para decidir qué medidas adoptar ante el conflicto laboral que se ha planteado tras su despido el pasado 5 de mayo. Estos trabajadores eran los encargados de digitalizar las historias clínicas que había en papel de los pacientes que llegaban de la Seguridad Social a Povisa, un trabajo que se completó el pasado 7 de enero.
Estos empleados, todos con contratos indefinidos, habían conseguido junto con el Comité de Empresa la promesa del centro clínico de que los reclasificaran y reubicaran, algo a lo que estaban esperando. A pesar de considerar estos trabajadores del servicio de archivo que han recibido “un trato inhumano y despectivo”, han solicitado varias reuniones con la dirección de la empresa para intentar llegar a un acuerdo y que “la empresa reconsiderara el incumplimiento de lo acordado”.
Por otro lado, los despedidos tienen pendiente una reunión con la delegada territorial de la Xunta, Lucía Molares, y el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y ya han sido atendidos por la Jefa Territoral, Carmen Bianchi, y el concejal Héctor Santos. Cansados de la espera, los despedidos han pasado “trece días de crisis que darán paso a una situación de conflicto colectivo de la que el único responsable será el consejero delegado de Povisa”, al que califican de intransigente.