La falta de acuerdo laboral para cerrar una fusión con Unicaja ha sido el detonante que ha llevado al Banco de España a decidir de madrugada la intervención de CajaSur, una entidad financiera cordobesa perteneciente a la Iglesia Católica. El Consejo de Administración ha sido destituido al completo y ahora tres administradores provisionales (José Antonio Iturriaga Miñón, Tomás González Peña y Francisco Orenes Bo) se harán cargo de la gestión de la caja, en quiebra y con más de 115 millones de deuda hasta marzo.
El Banco de España seguirá un procedimiento similar al de la intercención de Caja Castilla-La Mancha hace un año tras otro intento frustrado de fusión también con Unicaja. Los administradores dirigirán, controlarán y ejecutarán la actividad diaria de la caja, nombrarán al equipo de dirección que consideren oportuno y concederán y revocarán poderes, incluso los que se encuentran vigentes en este momento.
De esta forma, se pretende que CajaSur pueda seguir operando con normalidad sin ocasionar perjuicios a depositantes y acreedores, ya que el FROB ha decidido aportar los recursos de capital necesarios para que la caja alcance el coeficiente de solvencia superior al mínimo legal y facilitar una línea de liquidez que le permita cubrir todas sus necesidades. Además, la entidad financiera representa apenas el 0,6 por ciento de los activos del sistema bancario español, por lo que no afectará a la solidez del conjunto de la banca.