Visto lo visto hasta el momento no se esperaba mucho de un partido en el que la todopoderosa Brasil no demostró ser la favorita, como se esperaba, y en el que Corea apunta maneras para dar algún que otro susto con algo de suerte, aunque sólo sea complicando el ganar de calle.
En la primera parte la limitadísima Corea, lejos de estar al nivel suficiente para pasar la fase de grupos, le plantó cara a los cariocas de forma convincente a la pentacampeona del mundo. Los pupilos de Kim Jong-Hun jugaron muy ordenados en defensa y saliendo al contraataque siempre que podían, casi siempre en pies de Tae-Se, Yong-Jo e In-Guk. No llegaron de forma clara, pero llegaron, lo que, teniendo en cuenta el rival que tenían delante, no es poco.
De todas formas, el equipo que tenía el balón la gran mayoría del tiempo era el conjunto brasileño, que no podía traspasar el muro que tenían plantado los coreanos en defensa. Los asiáticos, conscientes de sus limitaciones, no se complicaban e intentaban sacarse el balón de encima siempre que no veían clara la opción de sacarla jugada. Con este guión transcurrió toda la primera parte, en la que Brasil tampoco tuvo demasiadas oportunidades y las que tuvo fueron muy poco claras.
Ya en la 2ª parte, los primeros minutos siguieron la dinámica del primer tiempo, hasta que en el minuto 55 Maicon adelantó a la ‘canarinha’ con un remate desde un lado que se coló entre el palo y el portero coreano. A partir de este momento la selección asiática se vio obligada a cambiar su juego e intentó con más ahínco irse al ataque, pero todavía con muchas reservas y sin demasiada precisión.
Tras unos minutos inciertos, en los que Corea aflojaba un poco el cerco defensivo y Brasil intentaba sentenciar, llegó el 2º gol de los de Dunga, obra de Elano tras un excelente pase al hueco de Robinho. Con este gol los coreanos si que se decidieron a ir con todo al ataque y a pesar de que sus limitaciones en el manejo del balón son evidentes, consiguieron hacer alguna que otra jugada bastante decente, una de ellas fue la clara ocasión de Tae-Se que cortó Juan brillantemente en el último momento, y otra, la que en el minuto 88 provocó el 2-1. Yun-Nam quebró a Lúcio y se sacó un buen disparo que batió a Julio César. Corea aun tuvo una jugada más para meter el miedo en el cuerpo a Brasil, pero no pudo ser y Brasil ganó un partido en el que fueron muy rácanos en todo momento en su juego.
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