Es algo poco habitual en un delito de sangre, pero el asesino confeso de Mari Luz Posse, el ex guardia civil Jaime Maiz está en libertad a pesar de que hoy un jurado popular lo ha declarado por unanimidad culpable de asesinar a su ex pareja en diciembre de 2007 en el Cuartel de Cambados con su arma reglamentaria.
Acabada la lectura del veredicto, la jueza celebrará una nueva vista para estudiar qué medidas cautelares se toman mientras no haya una sentencia firme. Por el momento, el ex guardia civil tendrá que presentarse tres veces al día en el juzgado o en el cuartel de Ferrol (entre 10 y 11, 15 y 16 y 21 y 22 horas), entregar su pasaporte y respetar la orden de alejamiento de la familia de su víctima. La opción de una pulsera localizadora se ha descartado porque conseguirla llevaría mucho tiempo.
Sin atenuantes
El jurado no he tenido en cuenta ni una sola de las alegaciones hechas por la defensa, como que estuviera ebrio, ya que asegura que eso no influyó en su puntería al ser capaz de esquivar a un compañero para darle a la víctima, entre otras cosas. Descartan la minusvalía psíquica tras los informes médicos, el indulto y consideran el largo proceso por el que se pedía una rebaja de la pena como algo necesario en un procedimiento tan complejo.
Y como agravante consideran la imposibilidad de Mari Luz Posse de defenderse, que había una clara intención de matar al usar un arma de la que no te puedes defender y que el acusado mantuvo una relación con la víctima hasta pocos meses antes del crimen.