Entre 40 y 60 cabezas humanas han sido halladas en el interior de un avión de carga estacionado en el aeropuerto de Little Rock, en Arkansas. Quien avisó a la Policía fue un empleado de la compañía Southwest Airlines ya que, según dijo “los contenedores en las que aparecieron los restos no estaban correctamente etiquetados”.
Las autoridades del estado norteamericano que, ya han anunciado que abrirán una investigación para aclarar los hechos, declararon que el destinatario del contenedor era Medtronic, un laboratorio de Texas, que ya ha explicado que se les envían con cierta frecuencia cargamentos con restos humanos destinados a la investigación científica.
El responsable de la investigación ha afirmado que hasta que no se le acredite con los documentos adecuados que el envío de dichas cabezas tiene fines científicos, no autorizará su salida del aeropuerto.