No fue muy discreto: lo pillaron saltando una valla de seguridad de 1,7 metros de altura y sacando por debajo un carro de la compra con cable de color negro. Los cables de cobre podrían proceder de un cuadro eléctrico situado en una pared de una de las bocas del parking subterráneo que se está construyendo.
El hombre, de 40 años, llevaba en el carro varios cables de goma negra y con el interior de cobre que aseguró que había encontrado tirados en el interior del aparcamiento y que se los llevaba para venderlos. También le decomisaron una macheta, un destornillador y una arandela.