Un partido aburrido con empate a cero en el que Paraguay salió a amarrar el encuentro y a Nueva Zelanda pareció no importarle. Uno de los peores partidos del Mundial, y eso que hay muchos candidatos a la zaga.
Y aunque a la llegada a Sudáfrica pareciera casi imposible, los paraguayos se clasificaron primeros de grupo seguidos de Eslovenia, enviando a los kiwis y a la azzurra a casa. Los neocelandeses necesitaban ganar, pero su delantero se pasó más tiempo en propio campo que intentando meter un gol.
En la primera parte, apenas dos tiros desde muy lejos por parte de los latinos, nada por parte de los australes. Y así Paraguay consiguió lo que no había conseguido hasta entonces en sus ocho presencias en un Mundial, pasar a octavos.
Los neozelandeses, a empujones, lo intentaron por momentos pero el sueño era demasiado incluso para un Mundial tan loco como este en el que las actuales campeona y subcampeona verán el resto de la competición desde el sofá de su casa.