Costa de Marfil ganó, y por goleada (3-0), pero no hubo forma humana ni divina que la sacara de la lista de africanos que ya están out. Y Corea del Norte parecía haber ido de vacaciones a Sudáfrica y a recibir goleadas descomunales, la anterior el 7-0 contra Portugal. Los dos peores equipos del grupo G no dieron sorpresas: era difícil que se clasificaran, tenían que esperar una carambola y parecía que los lusoparlantes no estaban por la labor de arriesgar. Conclusión: todos a casa.
A los 14 minutos de juego, Touré se adelantó en el marcador después de que le anularan un tanto a Drogba. A los 20 minutos Romaric aumentó la distancia y Portugal empezaba a preocuparse, ya que algún gol más de los africanos y una derrota contra Brasil los dejaba fuera del Mundial. Pero ni el tercero, de Kalou a 8 minutos del final, ayudó a mejorar la imagen de Costa de Marfil.
Corea del Norte fue el equipo fantasma. Parecía que había sido enviado para hacer temblar a los grandes tras marcarle un gol a Brasil, pero fue el único que hizo. En el resto de los encuentros sólo recibió: 12 goles en contras en tres partidos. Segundo Mundial de los asiáticos tras Inglaterra 1966, aunque en este no han conseguido pasar ni una fase.