Un gol a lo Panenka puso punto y final al sueño africano. Ghan, único país del continente anfitrión aún en competición, se ha despedido del Mundial tras más de dos horas de partido y diez penaltis.
Los ghaneses tuvieron la victoria en la mano en el tiempo de descuento de la prórroga. Con el 1-1 en el marcador, desperdiciaron un penalti que Gyam mandó al larguero. El árbitro lo pitó después de expulsar al uruguayo Luis Suarez por detener con la mano un cabezazo sobre la línea cuando estaba a punto de sonar el final del partido. Doble milagro: en la tanda de penaltis quedaron 5-3.
El primer gol del encuentro llegó cuando el árbitro tenía el silbato en la boca para mandar a los equipos al vestuario: un potente disparo de Muntari desde los 30 metros pilló por sorpresa a Muslera, que casi ni lo vio pasar por delante. El empate llegó tras el descanso tras una falta al borde del área con la que Forlán dejó KO a Kingston.
Muchos nervios en la prórroga, con los uruguayos atacando y los africanos esperando poder sacar partido a la velocidad de sus delanteros. Fue en el último segundo del tiempo extra cuando Luis Suárez no dudó en meter la mano para evitar un gol tras un saque de esquina de Ghana. El delantero se fue llorando del campo, pensando que había sido culpable de la eliminación de su selección. Pero se obró el milagro: Gyan fallaba.
En los penaltis, Forlán y Gyan abrieron la veda con dos aciertos. Fallaban Mensah, Adiyiah y Maxi Pereira. Máxima presión para el último en tirar por parte de Uruguay. Y el ‘Loco’ Abreu cogió el toro por los cuernos: disparo estilo Panenka con toda la tranquilidad del mundo. Así se metió Uruguay en semifinales 40 años después.