Se las prometían felices los brasileños, grandes favoritos del Mundial de Sudáfrica, temidos por todos sus rivales. Hasta que llegó Holanda con su Sneijder, apoyado por el recuperado Robben. Sólo necesitó 15 minutos para remontar el marcador y dejar un 2-1 en Port Elizabeth que hará historia, aunque sea 36 años y ocho mundiales después de apear a los brasileños en el mundial de Alemania de 1974.
Los ‘canarinhos’ se quedaron a cuadros, sobre todo después de la expulsión de Felipe Melo, que había marcado en propia puerta el gol del empate de la ‘naranja mecánica’ en un partido de alto voltaje en el que se notaba que había mucho en juego. Justicia divina o venganza, nunca se sabe, ya que Brasil eliminó de octavos a Holanda en el 94 y en el 98.
Los holandeses apostaron por el roce y las faltas, mientras los brasileños se desesperaban. A los 10 minutos conseguían adelantarse en el marcador con un gol de Robinho cuando algún despistado dejó sin marcar a una de las estrellas ‘canarinhas’. Al minuto casi empata Holanda. Era el preludio de la eliminación de la pentacampeona.
Los errores de memoria pasaron factura y de nada sirvió el ‘jogo bonito’. A los 10 minutos de volver de los vestuarios llegaba el gran fallo: Sneijder tira a la portería de Julio César, hay falta de comunicación con Felipe Melo chocan en el aire y el balón entró sin perdón. Shock entre los de Dunga y 13 minutos después Sneijder volvía a marcar, esta vez por méritos propios.