Un posible exceso de velocidad ha sido el culpable de que un camión cisterna se estrellara en un poblado de la provincia de Kivu Sur, en el Congo. Tras el accidente, el combustible que llevaba se desparramó por todo el poblado y, cuando había un importante número de personas intentando coger un poco de este líquido, se produjo la explosión. El fuego se propagó con mucha rapidez, ya que la mayoría de las casas están construidas con tierra y paja.
El resultado: al menos 200 personas muertas, entre ellas mucha gente que estaba en casa viendo el partido del Mundial y otros cien heridos. Aunque en un principio se creía que entre las víctimas había varios miembros de las fuerzas de paz de la ONU, fuentes oficiales lo han desmentido.